Metodologías del encuentro: atmósferas relacionales (al hilo de Mov-s)

Aterricé la semana pasada durante cuatro días en Mov-s, un encuentro de danza que se celebra desde hace varios años. La edición de este año en Cádiz estaba organizada en torno a una semana de actuaciones de danza y tres días de sesiones de discusión sobre la situación del ‘sector’ de la danza. El debate se estructuraba en torno a tres temáticas: sostenibilidad de las prácticas artísticas, colaboración público-privado y movilidad y visibilidad.

La danza es para mí un universo completamente ajeno, salvo por los pasodobles ocasionales que practico en alguna boda (si es que entran en esa categoría). Pero no me invitaron (gracias María ptqk) por esas cualidades sino en calidad de relator, como a un par de decenas de personas más, casi todas del ámbito de la gestión cultural.

Los participantes en cada una de las tres temáticas estaban divididos en mesas (entre 5 y 8 personas); cada una con un moderador (procedente del sector de la danza) y un relator (del mundo de la gestión cultural). Había dos mañana de cuatro horas para hacer un diagnóstico de la situación actual, trazar líneas estratégicas de futuro y, finalmente, lanzar una propuesta común de proyecto para desarrollar de forma colectiva después del encuentro.

La metodología había sido elaborada de manera minuciosa (puede consultarse). Además de la distribución de los roles (moderador, relator) había una serie de fichas y técnicas propuestas para trabajar con ellas. Pero al poco de comenzar con las sesiones en la primera mañana hubo quien se rebeló. Cuando se decía que se hiciera un DAFO algunos se dedicaron a rellenar las fichas propuestas, cuando era el tiempo del DAFO otros elaboraron diagramas. En general la metodología se ignoró, se peleó o se siguió según los casos.

La invitación a personas no relacionadas con el mundo de la danza, la organización de roles, los materiales de trabajo, fichas, documentación… El trabajo de Mov-s evidencia los esfuerzos que desde hace unos años a esta parte tratan de innovar en lo que podríamos llamar metodologías del encuentro.

Un-conferences, ‘Birds of a Feather’ (BoF), Pecha Kucha, Barcamps, parties (informáticas), TED Talks… todas ellas se refieren a tipologías de encuentros particulares aparecidas en los últimos años al socaire de Internet y las tecnologías digitales. Frente a un manojo limitado de categorías genéricas como congresos, conferencias y seminarios… surgen ahora variaciones que tratan de innovar en la producción de los espacios destinados al debate, compartir conocimiento y habilitar las condiciones para el despliegue de formas de sociabilidad.

Juntas a 50, 100 o 300 personas y después, ¿qué? Cada una de esas categorías señala formas específicas de ordenar el tiempo, el espacio y los cuerpos en esos acontecimientos que suelen reunir a extraños y conocidos en un lugar específico por un corto periodo de tiempo. O dicho de otra manera, cada una de esas categorías señala una cierta metodología del encuentro.

Buena parte de ellas se inspiran y beben de las culturas digitales y su rastro puede seguirse en los intentos por flexibilizar las tradicionales rígidas jerarquías de congresos y hacerlas más horizontales. El pecha-kucha surgido en el año 2003 introduce un sencillo cambio. Su propuesta pasa por ordenar temporalmente la práctica convencional de presentación de diapositivas: cada presentación debe contar con 20 diapositivas y cada una de ellas debe estar expuesta 20 segundos. Cada presentación tiene entonces no sólo un tiempo total de 6 minutos y 40 segundos, sino que la distribución de tiempo interno (por diapositiva) están también pautada. La clave en otras ocasiones, se encuentra en la improvisación del programa mismo de reunión, como ocurre con las unconferences.

Más allá de la estandarización de metodologías específicas, los esfuerzos por innovar en las formas de los encuentros se encuentran por doquier. Mov-s es un ejemplo y ahí van otros dos que conozco por propia experiencia. Las asambleas del 15M son un ejemplo de innovación metodológica en la producción de formas de encuentro en el espacio público. Es a través de la gobernanza del espacio como la asamblea genera una atmósfera para la política ciudadana. El segundo caso es el reciente encuentro Meet Commons que Domenico di Sienna organizó en la nave de Basurama. Más de 40 personas que no se conocían más que por Internet acudieron de toda España a una reunión que ni siquiera tenía un programa definido a priori pero que logró generar una atmósfera, un ambientillo de colaboración y complicidad. Un logro que se sostenía en parte sobre el trabajo realizado en los meses previos por Domenico a través de seminarios semanales vía streaming. Domenico habló sobre ello en uno de los seminarios de Hacking Academy Studio.

Para terminar. Toda esa inversión metodológico se desvanece después como la espuma tras el encuentro. No es puesta en negro sobre blanco, no es examinada y las reflexiones sobre ella no se explicitan públicamente. Y así, en cada encuentro pareciera que hubiéramos de inventar todo desde cero o tirar de nuestro conocimiento personal acumulado. La idea tras las metodologías del encuentro es un esfuerzo por (i) evidenciar la relevancia de ese conocimiento destinado a generar atmósferas relacionales y (ii) señalar la necesidad de documentarlo y explicitarlo públicamente. Y tras Mov-s es, desde luego, un buen momento para hacerlo.

PS: versión del post en borrador, a falta de enlaces.

Comments
24 Responses to “Metodologías del encuentro: atmósferas relacionales (al hilo de Mov-s)”
  1. jaron says:

    Adolfo, gracias por el post, a ver si lo comentamos un poco entre todas. De momento, para llevarte la contraria unas metodologías que si se plasmaron y explicitaron, del booksprint http://10penkult.cc/?p=624

  2. Desde Transductores nos ha interesado siempre hacer crónica de todos los talleres realizados. Siempre de forma compleja e intentando generar no tanto recetas de metodologías, sino como espacios de relacionalidad concreta y sobretodo como laboratorios colectivos a cielo abierto para reflexionar cómo se genera el concimiento reflexivo ( en Amarika por ejemplo contamos con una observadora participante por ejemplo que ejercició de cronista tb)

    Ejemplos:
    http://transductores.net/?q=es/content/taller-sobre-pedagog%C3%AD-colectivas-en-costa-rica-%E2%80%9Cpura-vida%E2%80%9D-en-red

    http://transductores.net/?q=es/content/gestionar-jugando-el-sociograma-como-juego-de-relaciones-de-poder-y-an%C3%A1lisis-de-posicionalid

  3. Kamen says:

    Adolfo,

    Fantástico y necesario post, esto pide a gritos que sigamos haciendo encaje de bolillos y dándole vueltas de tuerca a la cosa.

    Dos observaciones.

    Así, a modo de borrador, bien, pero ¿dónde puede el público general consultar los documentos y fichas de la metodología del encuentro? Que yo sepa, no se hicieron públicos, aunque espero equivocarme.

    En segundo lugar, eso de DAFO requiere una glosa. Estamos hablando de «Debilidades, Amenazas, Fortalezas y Oportunidades».

    Finalmente, todo esto requiere que sigamos pensando y reflexionando. ¿Dónde? ¿Cómo? ¿Cuándo?

    ¡Abrazos!

    K.

  4. Pedro Jiménez says:

    No con la idea de “contradecir” sino de sumar referencias aquí están las fichas metodológicas de las recientes RESIDENCIAS COPYLOVE: http://14festival.zemos98.org/Codigo-fuente-de-las-Residencia

    Muy de acuerdo con la idea de que hay que poner en valor dichas metodologías dejándolas por escrito, a modo de código fuente reutilizable.

  5. Txelu says:

    Por seguir la tónica de referencias metodológicas, las metodologías que diseñamos con adolescentes dentro de Casi Tengo 18: http://casitengo18.com/es/materiales.html (que por cierto ha casacado, algún técnico en la sala?).
    Y esto en mode “hablar de mi libro”, pero en cuanto rascas un poco vas viendo que sí que hay una tendencia en ir publicando el “¿cómo lo hicimos?” de cada proceso. O sea que en eso soy optimista.

    Para mi el otra cuestión es la visibilidad que se le da (la difusión) y después los formatos de los materiales. ¿Vale cualqueir cosa? ¿Cómo es más útil? (la metodología para contar la metodología).

    Pero en cualquier caso seguimos con este tema que es apasionante.

  6. Alberto says:

    Bueno, pues ahí van mis “dos peniques”, que se dice en inglés.

    El tema de las “metodologías” es un tema de moda ahora en ciencias sociales. Un par de sociólogos españoles, Javier Lezaun (Oxford) y Fabián Muniesa (Paris), han estudiado qué significa eso de “diseñar” un encuentro: la metodología, por tanto, como “dispositivo provocador” de sociabilidad.

    Pues en efecto, ¿qué tipo de sociabilidad – de relaciones sociales – se busca “provocar” con un diseño metodológico? Se dirá: creatividad, generatividad, espontaneidad… Muy bonito, sí. Ahora bien, al fin y al cabo, en la medida en que se trata en efecto de una “provocación” metódica, lo más probable es que tal encuentro vaya acompañado de, por ejemplo:

    – una dramaturgia: roles asociados a ciertas expectativas de comportamiento en público (mediador, moderador, relator)
    – una psico-terapia: el formato cultural en el que un colectivo reconoce un momento dado como un momento de ‘aprendizaje’, de ‘revelación’, de ‘catarsis’, etc.
    – una infraestuctura material: distintas formaciones sociales (una asamblea, un focus group, un terapia de grupo, un seminario) requieren distintos equipamientos materiales para su funcionamiento
    – una temporalidad y una espacialidad: los encuentros ocurren en un dónde y tienen unos ritmos y plazos. A veces, la metodología se diseña para provocar distorsiones espacio-temporales: gente que aparece repentinamente en escena, recortes de tiempo en una intervención, interrupciones constantes, etc.

    A lo que voy: si en tanto que ‘dispositivo provocador’ una metodología pretende revelar o descubrir la pócima mágica del “conocimiento reflexivo” (Javier Rodrigo), o el “pensamiento crítico”, o simplemente la noción de un momento/destello de “valor añadido”, pues bien, entonces me pregunto si no estaremos confundiendo aquello que el dispositivo provoca con la provocación misma.

    Esto a modo de provocación, claro 😉

  7. Adolfo says:

    Vaya, pues parece que en contra de lo que yo decía el esfuerzo por destilar y explicitar esas metodologías del encuentro es más habitual de lo que parece. Quizás mi post no es más que un efecto de una preocupación ya extendida.

    Y en cualquier caso, de lo que se trataba era de provocar la discusión sobre el dispositivo provocador, que es básicamente lo que acaba de ocurrir. 🙂

  8. Mauro says:

    Las metodologías son la panacea, y no son nada. Depende de los contextos, más abiertos, endogámicos o dispersos. En #mercadoabierto @desdevic desarrollamos metodologías más clásicas, que hemos dejado aqui hace un par de semanas. http://viveroiniciativasciudadanas.net/2012/05/30/documento-abierto/. Otra experiencia más interesante en la experimentación es la realizada en #greenvia con Txelu Amaste y Jara rocha, que aún estamos tratando de explicar y las tendremos en un par de semanas. http://viveroiniciativasciudadanas.net/category/greenvia-2/ Sería interesante al hilo de este post someterlas a crítica, pues en eso estamos y podemos colectivizar la crítica entre asistentes, miradores y gente como tu que estuviste por allí. Buen post, picando….

  9. txelu says:

    Alberto, sigo con tu hilo.

    La metodología debe ser una herramienta para cumplir los objetivos de los procesos grupales, creo. No un fin en sí misma. Una asamblea clásica tb es una metodología, una herramienta.

    La persona (o personas) que propone/diseña/estructura está al servicio de ese grupo, de esos objetivos, de esos procesos. Plantea (la que cree que es) la mejor metodología en base al grupo específico (tiempo, número de personas, nivel conocimiento interno del grupo, contexto, capacidades, etc). Y su función es ser un “mariachi” (a mi me gusta esta imagen): acompañar, facilitar, reconducir, moderar…

    Tal cual yo lo veo es una propuesta que se hace al grupo: “abandonaos al juego propuesto (al trabajo, a la tarea). Yo estoy aquí para que todo vaya bien, que no se escape nada, etc”.

    Podemos detallar qué debe cumplir una metodología para que sirva o no.
    No rechazo que ésta sea “espectacular” o “básica”. No hay una mejor o peor en totales ¿no? Es diferente trabajar en una clase con adolescentes que en un CSOA con la asamblea. O si el trabajo es planificar acciones estratégicas en el espacio público o trabajar las relaciones personales dentro del grupo. En cada caso se usará una metodología que encaje.

    También hay otras necesidades (u objetivos secundarios) dentro de los grupos. Estos se suelen olvidar bastante a menudo y hace que se tire por “la eficacia” al uso.

    En cualquier caso, los cuatro puntos que planteas no me parecen descabellados o innecesarios. Es una cuestión de grados que viene marcados por los “para qués” de las acciones.

    Cuando me dicen que soy un “dictador” porque me tiendo a ceñirme a la metodología, me hace gracia. Las reacciones que observo muy a menudo es de resistencia y rigidez. Provocada por la ansiedad frente a lo propuesto, miedo a salir de las zonas de confort de cada uno, etc. “Si no lo controlo no me gusta”. Y no estoy hablando de acciones de biodanza (“talleres de descalzarse” que diría alguien), o cuestiones muy de cuerpo o cosas así. Estoy hablando de cerrar el portatil y mirarse a la cara, en algunos casos. Vamos, que noto un miedo a la metodología como una especie de tantra “la asamblea clásica es el paradigma de la participación”.

    Obviamente hay un montón de matizaciones que podemos ir puliendo.
    Pero bueno, en eso estamos.

    Seguimos.

  10. Lluc says:

    Bien que alguien ha abierto un melón, Gràcias Adolfo.

    Participe en Mov-s como relator, como dices Adolfo, con un par de docenas más de personas. Muy bien no sabía cual debía ser nuestro papel como tales en ese encuentro, y en alguna media aun so he salido de la duda.

    En todo caso me gustaría plantear una cierta reflexión acerca de la necesidad de profundizar en una cierta paradoja que planteaba la metodología propuesta. En esta se definía una hoja de ruta metodológica muy claramente marcada (sobre qué y cuando se debía debatir) acompañada por un ejército de relatoras y moderadoras conformando un artefacto en forma de embudo que perece estaba destinado a la producción de un único (aunque triple) relato que se formalizó en la presentación de conclusiones del último día por parte de las tres metodólogas.

    Creo que hubo una clara metodología del encuentro pero importante ausencia en el post-encuentro, sobretodo en un aspecto que parecía central del encuentro que era el de hacer aflorar múltiples relatos y poner en valor la voz de cada participante en el encuentro.
    Muy posiblemente las responsables metodológicas realizaran, y creo que es necesario, un trabajo a posteriori para recoger con más riqueza que en la presentaciones finales (obviamente apresuradas y condensadas), pero esto no dejara de ser una producción completamente situada del relato que poco tendrá que ver con el espíritu diverso, hasta caótico, de las discusiones. Creo que establecer un espacio donde estos relatos, como el que estamos escribiendo aquí, puedan compartir-se de forma fácil será la forma más honesta de construir este relato colectivo.

    Siguiendo con la lista de referencias en este sentido, os paso el link del proyecto Extra-Raadio que realizamos en Saladestar hace un par de años en el que participaron varias de las personas que estábamos en Mov-s, en la que los relatos del encuentro ser construyeron (también apresuradamente) en forma de programas de radio en los que participábamos las aproximadamente 50 personas que estábamos allí. Los relatos aquí son mucho menos claros, en cuanto a contenido, pero reflejan mucho más otros aspectos, quizás más emocionales, micro-políticos, etc. que creo que són importantes no descartar.

    http://zona-de.net/extra_radio/extra_radio.html

    http://saladestar.com/extra-radio/

    Repito: Hay que compartir los relatos.

  11. Natalia says:

    Hola a todas, gracias por esto!!!!!! En la web de mov-s en la parte de proceso hemos colgado bastantes materiales de la metodología y otros materiales que unas y otras nos habéis ido aportando – y que podéis seguir haciéndolo si queréis para visibilizar en web y redes. A partir de la semana que viene iremos colgando lo que falta ( que es poco porque entre unos/ otros docus hay bastante Info del proceso)
    Ahora estoy intentando buscaNr un espacio de residencia para trabajar con los relatores y con quien pueda/quiera venir para organizar y visibilizar los materiales surgidos en las mesas de trabajo. En cuanto tenga lugar/ fecha os cuento. Seguimos!

  12. Diseñar, registrar, archivar y ordenar el conocimiento (las metodologías). Esto un paso hacia la nueva Ilustración, no?. La Ilustración 2.0, donde el coste estructural es bajo, el rendimiento colectivo es óptimo y los costes personales son notablemente jodidos.

  13. Amalia Cabeza says:

    Hola a todos,
    El proceso ha ido quedando muy claro en la web del MOV-S, enhorabuena por el esfuerzo Natalia + equipo Mov-S. De hecho, considero que este periodo de expectativa premov-s ha sido tan interesante y dinamizador como las jornadas en sí mismas.
    ¿Colgaréis tambien las conclusiones en la web? No me manejo muy bien con el Twitter gracias mil.

  14. mardiaca says:

    Buenas,
    Como relatora de mov-s -y poco iniciada en estas metodologías- me ha parecido un modelo muy interesante. Por un lado lo suficientemente flexible como para permitir derivas en determinadas mesas interesadas en abordar cuestiones concretas y saltarse los guiones y, a la vez pautado, para facilitar itinerarios de discusión y confrontación de ideas entre desconocidos generando hilos de los que seguir tirando una vez concluído el encuentro y que han dado lugar a mirarse a los ojos y a (re)pensar de forma compartida y abierta.

    Me parecen destacables los microconflictos y disidencias que se han dado en los diferentes grupos aunque documentar ésto sea, probablemente, lo más complejo de recoger. Comparto con vosotras también esa dificultad en trazar los microrelatos de cada una de las mesas y los ámbitos abordados que facilitarían esa visión compleja y rica sin simplificar o ejercer de embudos. Tarea más que difícil.

    Geniales los links que habéis compartido! Seguiremos aprendiendo

  15. Hola a todas,

    Siento que poco puedo aportar a lo que ya habéis dicho y al mismo tiempo quería por lo menos dejar constancia de la necesaria provocación de Adolfo (gracias) para seguir pensándo-nos.

    También estuve como relatora en Mov´s y también me quedé con las ganas de seguir dándole vueltas a lo que allí se inició. En cualquier caso, ya se nos había dicho que el encuentro de Cádiz no era el final sino el principio de un proceso de trabajo así que de antemano, no se daba por cerrado.

    El post de Adolfo no hace otra cosa que seguir provocándo sobre el cómo utilizar la metodología en los espacios de relación y el cómo documentar esa metodología y compartir el código fuente para poder aprovecharla en otros procesos de relación.

    Señala Alberto que la utilización de las metodologías del encuentro es un tema de moda en ciencias sociales. Yo lo que creo es que por un lado ha habido una apropiación del management de las fórmulas metodológicas de la interacción social (canalizadas a través del design thinking, por ejemplo), y por otro una mirada más social de los procesos de gestión (posible daño del efecto Google). En la animación socio-cultural se han utilizado siempre las metodologías del encuentro, porque los objetivos se planteaban en dos direcciones, uno la consecución de los propios de una determinada actividad, y dos, la observación o experimentación de los procesos de interacción. En cultura, quizá por buscar un espacio propio, nos desligamos de todo lo que tuviera cierto tufo de dinámica de grupo o animación sociocultural. Nos centramos en la táctica y estrategia y desatendimos las metodologías de interacción social.

    Estoy con Txelu en que la metodología tiene que servir como herramienta pero no sólo como facilitador del cumplimiento de la actividad sino como tester del clima relacional. Por eso me parece importante lo que añade Lluc de compartir los relatos. Yo ya propuse a María ptqk que me parecería interesante haber documentado los relatos particulares de cada una de las mesas ¿cómo han funcionado?¿por qué han decidido romper con la metodología propuesta?¿cómo llegan a acuerdos?¿cómo integran el conflicto en el proceso? etc.

    De alguna manera, la misión de la metodología es objetivizar los relatos. Llevarlos a la consecución de algo y codificar las voces hacia un relato unívoco. Prestar atención al clima relacional es ponerle los matices oportunos para no homogeneizar la recogida de los procesos de trabajo.

    En fin, que sí Natalia, parece que tenemos ganas de seguir relacionándonos, somos así de roceras.

    ¿Bailamos? XD

  16. claudia says:

    me parece genial que haya arrancado el tan deseado debate y dar continuidad al trabajo iniciado en cádiz
    el observatorio permanente en marcha
    pregunta: todo lo que se hablaba por micrófono quedaba registrado? se va a transcribir? es un super curro!!! y supongo que ocupa mucho tiempo…
    ya direis

  17. Ptqk says:

    Hola amigas.

    Muchísimas gracias Adolfo por abrir el debate tan rápido y a los demás por contribuir.
    Estamos en proceso de metabolización y documentación, poco a poco vamos subiéndolo todo a la web y las redes sociales. Abriendo el código de este artefacto complejo que es Mov-s.
    Seguimos.

  18. jaron says:

    Algunas ideas (algo dispersas) en torno al debate sobre metodologías. Para empezar, admitir que soy un pésimo sujeto de metodologías: siempre que me he visto en un taller teniendo que seguir una propuesta metodológica no he podido aguantar y me he ido. Si, soy post-it fóbico. Tengo experiencias muy desagradables con metodologías de taller, me superan. Dicho esto, introduzco la primera contradicción: llevo varios años co-impartiendo talleres en los que proponíamos metodologías de trabajo a seguir por parte de los asistentes.

    Capitulo 1: El trauma. Recuerdo una experiencia traumática, en una edición del festival zemos de repente me vi en un taller organizado por la gente de e-cultura para promover la creatividad y la innovación (tal vez no fuera exactamente esto pero el título no es muy importante). De repente me encontré azotado por una jerga de “coachers” plagada de anglicismos tipo “brain storming”, “out of the box”, “positive thinking”, etc. No se podía tener miedo al error porque se siempre se puede aprender del fallo, había que salir de nuestras zonas de confort, debíamos ser creativos y espontáneos (¿acaso es lo mismo?), aceptar los retos, etc. No recuerdo muy bien lo que había que hacer (es lo que tienen los traumas, tienden a crear lagunas en la memoria) pero tenía que ver con post-its, murales en una pared, una pelota de tenis que iba de lado a lado y creo que había que ser creativos. Fuimos creativos, si por creativo se entiende poner cosas en post-its, dibujar en murales, tirarnos pelotas y ser proactivos. La metodología funcionaba como una profecía que se auto-cumple, sólo se podía ser creativa en los términos en los que se enunciaba que es la creatividad. (Semi post data: a parte de este pequeño trauma todas mis recuerdos de zemos98 son excelentes!)

    Capítulo 2: El trabajo. Desde finales de la década de los 90 y durante los diez años siguientes en el Estado español florecieron una serie de iniciativas y proyectos de carácter colectivo que vivíamos en el entorno cultural pero que teníamos un output algo difuso. Una de las principales formas de sustentar nuestro trabajo fue a través de la generación de talleres que se realizan tanto en museos, centros culturales, bienales, como en centros sociales, universidades, etc. En cierta forma ha habido una profesionalización del “tallerismo”. Si bien la propia noción de taller tiene ciertas connotaciones productivas (taller artesano, taller de reparaciones, etc.), los talleres que se realizan en el entorno cultural se deshacen de este poso “homo faber” y se vuelven más indefinidos. ¿Qué se puede hacer en un taller de un colectivo cultural? En algunos casos se hacen cosas muy concretas, como en los de informática en los que se juntan personas para realizar un desarrollo muy concreto. En otros se busca suscitar una reflexión, generar ciertas dinámicas o simplemente transmitir ciertos conocimientos. El aparataje metodológico, este híbrido heredado de las ciencias sociales, de los grupos de consumo, de la dinamización empresarial, etc. sirve para dotar de cierto sentido al taller. Lo articula. Pese a que el output no se pueda predecir, el o la tallerista no se enfrenta a tres días de vacío sino que establece una serie de pautas que dotan de sentido al taller. Las metodologías sirven para que sea productivo o no, el taller tenga sentido, esté articulado. Son un fin en sí mismas.

    Capítulo 3: Los lenguajes. Algunas tendemos a atrincherarnos detrás del logos, que es donde más cómodas nos sentimos, y hacer de la palabra nuestro espacio de trabajo. En los talleres una se enfrenta a gente que puede ser más hábil dibujando, por lo que los marcos metodológicos en teoría se edifican para dejar que estos diferentes lenguajes puedan prosperar. Otras personas prefieren poner a trabajar sus cuerpos y establecen dinámicas que favorezcan lo físico, lo afectivo o lo somático. Son lenguajes, y como en todos los lenguajes, a veces es difícil entenderse si varias personas no hablan el mismo. Si un taller está muy cargado de juegos, actividad y movimiento, los logocéntricos a los que en general les gusta hablar para sí mismos durante horas y horas se enfadan. Si los logocéntricos se hacen con el falo-micro y hablan durante horas y horas, los del cuerpo y los afectos se enfadan y se sienten desplazados. Si una rompe la baraja y se carga todo marco metodológico los post-it adictos se ponen muy enfermos y dicen que la cosa no lleva a ningún sitio y que si no se plantea una dinámica, se ejecuta, se evalúa, se pone en común y se comenta, el taller no tiene razón de ser. En fin, cada tipo de dinámica permite que unos sectores se sientan más cómodos y otros no, en pocas ocasiones permiten que estos ecosistemas se puedan comunicar bien entre sí. Recientemente escuché una de las críticas más delirantes a las asambleas: son heteronormativas (ok), logocentricas (ok) y no dejan voz a los animales (wtf??). Es idiotico lo sé, pero es cierto que las metodologías son normativas, preponderan un tipo de lenguaje y tienden a dejar de lado a alguno de los miembros del grupo de trabajo.

    Capítulo 4: Movs2012. Participé en un festival de danza llamado movs2012 en condición de relator de una mesa de trabajo. Tenemos una mosca detrás de la oreja, pues estamos hablando del evento aquí (pese a que todo fue estupendo) e intuímos que algo relacionado a las metodologías tiene que ver con esta duda que se cierne sobre nosotras. Unas 25 personas nos trajimos un lenguaje, unos códigos y unas formas de trabajar aprendidas y las pusimos sobre la mesa. Unas 40 personas traían bagajes personales muy diferentes, códigos lingüísticos diferentes y maneras de trabajar diferentes. Hablábamos idiomas algo diferentes pese a compartir ciertas palabras y conceptos. Pero nos repetían constantemente: vuestro idioma no sirve para entender nuestra realidad. Pero claro, no podíamos meternos en sus bagajes, en sus lenguajes y en su mundo porque no teníamos mucho tiempo y tampoco sabría muy bien cómo hacerlo. De allí el recelo. ¿Al final hablábamos de lo mismo?¿Impusimos nuestro lenguaje?¿Colonizamos su república (poblada por cuerpos perfectos, posturas idóneas y equilibrios envidiables)? Anécdota: en una de las mesas de trabajo no lográbamos ponernos de acuerdo en torno a que significa pensar un proyecto, la palabra proyecto nos distanciaba.

    Capítulo 5: La maleta de Patricia Caballero. Tuve la suerte de ver el espectáculo de Patricia, una gozada. Al principio de su actuación me dio una clave para entender algo que hasta entonces yo no entendía. Resumo de forma un poco libre sus palabras. Patricia comentó que había dejado de bailar durante dos años. Durante este tiempo se dio cuenta que debido a su formación (lleva bailando desde niña) había llenado su mochila de cosas que había aprendido pero que no le servían de nada. Hasta allí bien, todos podemos más o menos identificarnos con esa idea. Lo anómalo aconteció cuando nos expuso algunas de las cosas que llevaba su mochila: de golpe lanzó un zapato al aire, dio dos volteretas y lo cogió al vuelo. Esa cabriola ocupaba lugar en su mochila. Después nos enseño cómo era capaz de hacer una suerte de malabarismos con sus zapatos atados al final de la pernera de sus pantalones que hacía circular alrededor de su cuerpo y por entre sus piernas. Repitió la acción durante unos 10 minutos y nos recordó que pararía porque no podía más, pero por mucho que lo hiciera no se equivocaría con el movimiento. Patricia nos mostró cosas de su bagaje que no tenían nada, nada en absoluto que ver con el mío y el de muchas de las personas que acudimos al festival en calidad de relatores/metodólogos. Nuestro repertorio lingüístico no tenía ni palabras para nombrar lo que Patricia llevaba en su mochila. Las metodologías que buscaban nombrar y clarificar cosas nunca se concibieron para poder enunciar ESE tipo de cosas. Como en el taller de e-cultura, los marcos metodológicos sirvieron para alumbrar y atizar ciertos debates, pero dejaban en penumbra muchas cosas difíciles de nombrar. Patricia quería deshacerse de cosas que había aprendido que ni siquiera sé nombrar. Intuyo que si viera lo que llevo dentro de mi mochila también fliparía.

    Capítulo 6: Las conclusiones. No es de extrañar que al intentar resumir los diferentes debates y temas acontecidos en las diferentes mesas de trabajo se llegaran a lugares comunes. Palabras o conceptos que han salido en este y en miles de otros lugares. Esto no es malo. Tan sólo nos da a entender qué lenguaje preponderó. El taller fue interesante. Las personas incluso lo fueron más. Me fui a casa pensando que tan sólo había atisbado qué podían llevar todas estas personas en sus mochilas. Cuáles eran sus verdaderas preocupaciones o cuáles eran las cosas de las que se querían deshacer. Pero he de admitir que no hablo ese lenguaje. El cuerpo no ha sido central en mi aprendizaje. Mi cuerpo siempre ha sido un testigo silencioso de las horas que me he pasado en bibliotecas o delante del ordenador. Mi lenguaje apenas tiene palabras para hablar de mi cuerpo: dolor de espalda, jaqueca, ansiedad, hambre, resaca, o ¿hay café? son de lo poco que dispongo. Pusimos nuestros cuerpos-máquina a trabajar, pero el desajuste entre lo material y lo inmaterial se hizo tangible. Los repertorios de nuestras mochilas eran muy diferentes. Las metodologías sirven para que los talleres funcionen. A veces las metodologías de taller nos ayudan para acercar posturas, pero al hacerlo nos obliga a hablar una lengua franca que deja fuera ciertas singularidades o complejidad. Es el precio a pagar para no caer en la más absoluta entropía. ¿son siempre inconmensurables los lenguajes? Supongo que es el reto al que hay que enfrentarse. Creo que no estoy hablando de una cuestión meramente lingüística, es mas bien epistemológica. Desde donde pensamos. Desde donde edificamos el discurso. Qué necesitamos identificar para sentir que algo es discursivo. Desde dónde necesitamos pensar y qué lenguajes nos facilitan hacerlo. Cuál es la estética que define nuestro paradigma epistemológico. En fin, cosas que se me antoja podemos comentar. Ah, hace 38 grados de calor, eso disculpa con creces que este comentario sea disperso y aporte poco al debate…es lo que hay. De fondo suena Wolves in the Throne Room.

  19. @desdevic says:

    Seguimos construyendo en lo comun. Os dejamos las metodologías abiertas del taller #greenvia en Intermediae-matadero que desarrollamos desde el Vivero de Iniciativas Ciudadanas junto a Txelu_AMASTE y Jara Rocha. Esta en abierto y descargable en slideshare con todo lujo de detalles ; ) para poder ser replicado y mejorado.
    http://viveroiniciativasciudadanas.net/2012/09/19/dossier-completo-taller-greenvia/

  20. Interesante post y comentarios. Muchas gracias! Sintomático de nuestras propias dinámicas, de qué andamos buscando, errores recurrentes en esta búsqueda (entendiendo el error como algo natural e incluso deseable en el proceso si nos lo tomamos como algo constructivo y no traumático -aunque el trauma quizá lo sea, no se que opina Jaron del suyo, yo hasta le he visto soltarse la melena alguna que otra vez-).
    Vengo de la QUAM este fin de semana, donde el dispositivo pues no ha funcionado a cuando menos no ha favorecido algunas posibilidades quizá necesarias si vamos a juntarnos a ¿hablar? sobre arte-educación-territorio. Creo que tenemos que tener precaución con la seducción por las metodologías, pero que las metodologías para favorecer el encuentro, el trabajo colectivo, el intercambio, etc son más que necesarias. Afrontarlas además desde un punto de vista (auto)crítico, ya que se están convirtiendo en procedimientos hegemónicos a través del design thinking y corrientes de nuevo management. Quizá la responsabilidad de quienes venimos de prácticas artísticas y culturales que se (auto)denominan críticas, sea ser más disrruptivos en la ideación, desarrollo y evaluación de procesos y metodologías, salirnos de los clichés, pero también de nuestros propios clichés. Desde luego, en todo caso, debemos poner las metodologías al servicio del proceso y no el proceso al servicio de las metodologías.
    Para ir terminando, señalar como una clara carencia es el tiempo-esfuerzo que dedicamos al post, no ya al análisis de lo que ha pasado en cuanto a procedimiento o archivo, sino a cómo seguir trabajando, cerrando-continuando-enlazando lo que hayamos abierto. Como dice Rubén, puede que una de las cosas quw haya que incorporar a la ecuación sean los ‘costes personales’ de un modelo que se basa en gran medida en la (auto)precarización sistémica personal y colectiva. Y cierro con el riesgo de endogamia y autoreferencialidad, que genera dependencias, situaciones acomodaticias, peligrosos repartos de poderes, falta de diversidad, etc.

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  1. […] participantes del encuentro en Cádiz entraron en el debate con aportaciones a tener en cuenta. – Link del post – Pdf del post […]

  2. […] La metodología de las sesiones matutinas facilitó los diálogos horizontales, generando marcos de diagnóstico y reflexión entre personas muy diferentes y lejanas (geográfica, profesional y conceptualmente) con las distancias y dificultades que todo ésto genera. El desarrollo de esta metodología tiene ya un interesante hilo de debate abierto a partir del post de Adolfo Estalella. […]

  3. […] sus participantes (1)  (2)   . Riquísimo análisis sobre metodologías colaborativas desde el blog de @adolfoestalella, los impagables mapas de @mardiaca, las sensaciones de @iguazelelhombre… […]

  4. […] La metodologia de les sessions matinals va facilitar els diàlegs horitzontals, generant marcs de diagnòstic i reflexió entre persones molt diferents i llunyanes (geogràfica, professional i conceptualment) amb les distàncies i dificultats que això genera. El desenvolupament d’aquesta metodologia té ja un interessant fil de debat obert a partir del post d’Adolfo Estalella. […]



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