Pensamiento político en España hoy
Llevo unos meses dándole vueltas a una observación menor pero que me tiene igualmente fascinado. Y ahora que la victoria de Syriza ha hecho que los medios se llenen de charlatanería politológica no me ha parecido mal momento – por eso del nivel de tonterías que se dicen – sumarme a la farándula. Así que ahí va:
Me sorprende el escaso comentario que ha suscitado la aparición de una nueva voz de pensamiento politológico en España. De un tiempo atrás – dos, tres años – han empezado a desfilar por los grandes medios nuevas caras del pensamiento y análisis político. Muy jóvenes todos, siempre hombres, de formación clásica politológica: sistemas electorales, institucionalismo europeo, políticas cambiarias, administración pública. Algunos nombres: José Ignacio Torreblanca, Pablo Simón, José Fernández Albertos, Víctor Lapuente Giné o el colectivo Politikon.
No he estudiado el fenómeno pero a bote pronto me llaman la atención un par de cosas. De un lado, el papel que el Instituto Juan March ha jugado en la formación de buena parte de estas personas.
Y cómo no, de otro lado, el contrapunto que supone la aparición de la cohorte politológica de Podemos, los Iglesias, Errejón, Monedero, con intereses teóricos en las antípodas de los primeros: movimientos sociales, populismo, teoría cultural, hegemonía.
Un apunte final: me parece enriquecedora la dinámica que se ha establecido entre los análisis de unos y otros sobre nuestra configuración política contemporánea. Ahora bien, son interesantes también los silencios, las tendencias o escuelas de pensamiento que apenas se escuchan hoy en el mainstream politológico en España: los feminismos políticos (en la línea de J.K Gibson-Graham, por ejemplo), estudios sociales de ciencia y tecnología (ej. Bruno Latour, Donna Haraway) o, por qué no, las sensibilidades antropológicas (ej. Helen Verran, Marisol de la Cadena, Eduardo Viveiros De Castro).